DÍA 108 - EN CATAMARÁN POR EL PACÍFICO
Nos levantamos por la mañana el martes temprano, para no variar, y nos fuimos con Elena y Pedro al puerto de ALA MOANA, a ver si teníamos suerte y podíamos montar en un catamarán que habíamos visto el día anterior. Pagamos, como os podréis suponer, y nos subimos al catamarán con otras quince personas aproximadamente. Nos dijeron que nos llevarían a ver tortugas y peces y que podríamos hacer snorkel con ellas (cosa que yo no me creía) y que después veríamos delfines y tal vez ballenas.
Lo del snorkel fue espectacular, según llegamos a la zona, justo en frente de la playa de Waikiki, vemos como dos tortugas enormes suben a la superficie. Enseguida nos pusimos las gafas nos tiramos al agua. Había un montón de peces y vimos unas cuantas tortugas, impresionante, vimos como ascendian, respiraban y volvían a descender a unos pocos metros de nosotros.
Después nos subimos al barco y nos dirigimos hacia un banco de delfines: sin palabras. Había muchísimos, no sabría decir un número, y no veáis como hacían monerías y llamaban nuestra atención. Nos estuvieron siguiendo un buen rato, era una escena preciosa. Las ballenas solo las vimos de lejos, porque cuando quisimos llegar ya no estaban allí, así que nos quedamos con las ganas, pero desde luego la experiencia fue genial.
En el catamarán nos dieron de desayunar y después nos sirvieron unos cuantos combinados, situación veraniega de película: En un barquito, en medio del pacífico, haciendo snorkel, bañándonos con tortugas, bebiendo combinados...algo en cierta forma irreal, pero nos lo pasamos realmente bien.
El resto del día nos lo pasamos tirados en la playa, tomando el sol, y por la tarde estuvimos trabajando en la ponencia que presentábamos hoy, preparando la presentación en Power Point (como es debido) y terminamos bastante tarde.
DÍA 109 - MI PRIMERA PONENCIA
Hoy he presentado mi primera ponencia, y me atrevería a decir que no me ha salido tan mal como esperaba.
La ponencia la presentábamos a las 13:15, pero por la mañana hemos asistido a unas para ver como funcionaba, el nivel de asistencia que había, que tipo de presentaciones hacía la gente...en fin, para estudiar un poco el terreno y la verdad es que eso me ha ayudado a relajarme.
La 8th Annual Conference on Arts and Humanities se compone de muchas conferencia de muy variados temas. De arte en sí no hay demasiadas, pero es interesante que las conferencias son muy diferentes unas de otras, lo que hace que siempre haya algo que interesa ver. La asistencia, como podéis imaginar, es muy limitada, con un clima y en un lugar como Honolulú, no se puede esperar que la gente vaya a asistir a todas las charlas, y menos en horas de luz que es cuando a uno le apetece estar tirado en la playa tomando el sol.
Nuestra sesión empezaba a las 13:15, cada intervención era de media hora y a nosotros nos tocaba los segundos. La primera mujer era una profesora de la Universidad de Texas que presentab un proyecto muy interesante sobre la implicación de los alumnos de arte en el entorno social donde se desarrollan sus años de estudio, colaborando con el vecindario en diferentes aspectos. Ha sido muy interesante. Después nos ha tocado a nosotros y la presentación al he hecho yo, Elena no se siente muy segura con el inglés y ha preferido que sea yo quien explique el proyecto así que así ha sido. En otras presentaciones que he hecho siempre me he acelerado, parece que tengo prisa por terminar (y así es), pero esta vez he respirado y he intentado tomármelo con más calma. Parece que no me ha salido mal porque en la ronda de preguntas me han preguntado bastantes cosas y parece que se han enterado de lo que he contado porque las preguntas eran bastante interesantes. La presentación iba sobre la utilización de escáners tridimensionales y sistemas de impresión 3D aplicados al mundo de la escultura.
La tercera presentación ha sido de una profesora de arte de Australia, sobre un proyecto artístico que ha desarrollado con sus alumnos muy interesante sobre el cambio climático.
Después nos hemos ido a comer para celebrarlo y por la tarde Laura y yo nos hemos dado un largo paseo por Waikiki.
La experiencia ha sido muy interesante y reconfortante, lo cierto es que repetiría.
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