Llevamos dos días increíbles, sin parar. Ayer salimos de Palm Springs por la mañana y llegamos a Las Vegas a la hora de comer. La ciudad es impresionante, llena de edificios enormes con una decoración exagerada y extravagante. Nos hospedamos en el Flamingo, un hotel céntrico muy interesante, justo enfrente del Caesars Palace. La habitación estaba genial y nos salió muy baratita. La ciudad es una auténtica locura, es bastante decadente, la gente principalmente juega y bebe, pero sobre todo juega. Los casinos están llenos de gente, y el mito de las camareras que sirven bebidas gratis es cierto, siempre y cuando estés jugando. Nosotros nada más llegar nos fuimos a comer y a comprar las entradas para el show que Cher está en estos momentos representando en el Colisseum del Caesars Palace. El show fue impresionante, con un montón de cambios de vestuario y números con acróbatas y bailarines, se nos hizo un poco corto y eso que duró una hora y media. Antes del concierto nos dimos un paseo por los hoteles cercanos, cada uno decorado con un estilo diferente, el Caesar's Palace de estilo y decoración greco-romana, el Venettian es una réplica del palacio ducal de Venecia con canales y góndolas incluidas, el París tiene una copia enorme, de la torre Eiffel a la que incluso se puede subir. En fin, merece la pena ir a ver la ciudad, pero solo por los edificios y la iluminación y espectáculos nocturnos, el ambiente es muy diferente según el hotel, pero en la calle siempre hay mucha gente armando escándalo, bebiendo y además hay megafonía por todas partes. Interesante estéticamente, pero como digo un tanto decadente.
Hoy por la mañana nos hemos levantado temprano y nos hemos ido hacia el famoso gran Cañón del Colorado. Si las Vegas está en el estado de Nevada, el cañón está en Arizona, por lo que en dos días hemos visitado 3 estados diferentes. De camino al cañón desde Las Vegas, se pasa por encima de la famosa presa Hoover. La verdad es que es una presa muy bonita, de estilo modernista muy original a la que sacan mucho provecho con tours para visitarla por dentro. Nosotros solo paramos a un lado de la carretera para hacer unas fotos y contemplar su exquisito y elegante diseño.
Después de cuatro horas de coche hemos llegado al Gran Cañón y he de decir que es impresionante, un paraje precioso que da hasta un poco de vértigo. Es una auténtica maravilla de la naturaleza que uno se podría pasar horas mirando, y eso lo digo yo que no soy para nada amante de la vida en el campo. Accedimos al Grand Canyon National Park por la entrada sur, cuando te vas aproximando no parece que vayas a encontrate el cañón ahí, porque el paisaje es arbolado, verde y frondoso, pero cuando salimos, lo hicimos por la parte oeste y nos quedamos impactados por las vistas, el cañón continúa y continúa hasta el infinito y el paisaje es desértico de un tono rojizo impactante, hace mucho calor, sopla un fuerte viento caliente y todo lo que se ve por la carretera son pequeños puestos de artesanía de nativos americanos y gasolineras polvorientas y solitarias.
Ahora mismo estamos en un motel en un pueblo llamado Needless de camino a Los Ángeles, mañana continuaremos con la aventura.
